Cuatro hojas y la máquina fantabulosa

El texto escrito por Sheila Montes, está basado en su imaginación y en una serie de cuentos populares de distintos continentes. Una mezcla muy interesante que seguro que llevará a los niños y a las niñas a imaginar, a pensar, a soñar y a resolver los distintos enigmas que Guisante Talante necesita interpretar para seguir con esta maravillosa aventura. Claro está que sin la ayuda imprescindible de Cuatro Hojas, esto no podría ser.
Así es que Cuatro Hojas y Guisante Talante, transportados por la máquina Fantabulosa, viven una serie de aventuras que nos transportarán a mundos imaginables e inimaginables, se encontrarán con seres fantásticos de la galaxia y de nuestro propio planeta; en momentos buscarán la participación de los espectadores para que éstos ayuden a desenrollar los enredos múltiples en los que se meten estos peculiares personajes. Y para poder contar mejor estas historias provenientes de distintas culturas, mostrar los personajes que aparecen en ellas y que lo haga una sola actriz, contamos con el apoyo básico en distintas técnicas y creemos que, además del trabajo interpretativo actoral, es el trabajo basado en un teatro de títeres y de sombras chinescas lo completa en toda su dimensión.
El juego, la participación, la diversión y el conocimiento se entrelazan de la mano de este texto y, sobre todo, de este espectáculo que utiliza técnicas diversas para poder contar todo lo que queremos contar. Así es como la propia máquina, en sus múltiples giros y transformaciones, nos lleva a mundos infinitos, saliendo de ella la pantalla para las sombras chinescas, los castillos, León, Sol, Luna, Baobab, África.