Auto de los cantares

El nuestro es un montaje “de cámara”, donde lo alegórico se sostiene con otra alegoría, la de los romeros que realizan un viaje de purificación, hasta llegar a su destino. Para amenizar el viaje, cuentan el misterio de la Encarnación, recuerdan la Pasión y Resurrección de Cristo, participando de la fiesta, convirtiéndose en elementos de la fiesta misma, en un juego metateatral en el que se funden – como ocurre con los niveles religioso y profano- la realidad y la ficción; lo culto y lo popular. Lope ha creado una comedia de enredo a lo divino, y con nuestro espectáculo hemos querido rescatar esa pluralidad de significados y niveles, para acercar un género anacrónico como el auto sacramental, al público de hoy. Y que en él vean al Lope más vital, más lúdico, más carnal y más místico. A Lope, el grande.